La obra educativa es tarea común y exige relaciones de mutua confianza, diálogo y participación. La responsabilidad de la Comunidad Educativa ha de ser comprometida, que mire al bien de todos y se traduzca en una participación activa y debidamente ordenada en todos los órganos de gobierno establecidos y en toda la actividad del Centro. La Comunidad Educativa implica una integración de los estamentos que la componen. 

Los alumnos son sujetos activos y protagonistas de la educación: ALUMNOS

Participan personal y responsablemente en su propia educación.

Colaboran en la eficacia de los medios educativos que la familia, el Centro y la sociedad ponen a su disposición.

Pueden integrarse en la Asociación de Alumnos o en otros grupos de carácter religioso, cultural o deportivo que facilitan su participación en la vida del Centro.

PADRES

Los padres tienen el derecho y el deber de ser los primeros responsables en la educación de sus hijos:

Al escoger libremente el Centro educativo, los padres aceptan el tipo de educación que allí se imparte.

Participan y colaboran corresponsablemente en el quehacer educativo del mismo.

Han de crear un ambiente familiar que secunde la obra educadora del Centro.

Es muy positivo que se integren en la Asociación de Padres para facilitar su participación y colaboración con el Centro.

EDUCADORES

Con su preparación constantemente renovada y el testimonio cristiano de su vida:

Están al servicio del alumno. Su presencia en medio de ellos es siempre activa y estimulante, comprensiva y exigente.

Respetan y asumen el Proyecto Educativo del Centro, como un deber inherente al desempeño de la función docente.

Potencian el dinamismo de toda la Comunidad Educativa.

EX-ALUMNOS

Ayudan eficazmente en la tarea educativa.

Sintonizan con el espíritu del Centro.

 

 


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